Homo Homini Persona

Homo Homini Persona (Máxima)

El hombre para el hombre, persona. Como tal debe ser reconocido el viviente humano, y por ello nunca ha de ser cosificado o mercantilizado. La lucha sin tregua contra el racismo y la esclavitud, el Derecho humanitario, el esfuerzo universal para que la mujer ocupe en la sociedad el lugar que le corresponde, la ausencia de cualquier tipo de discriminación, el apoyo a las personas enfermas o discapacitadas y el aumento considerable del voluntariado solidario, denotan un claro progreso de la humanidad en este punto. Por desgracia, dicho progreso está empañado por los aberrantes y constantes ataques contra la vida humana; la existencia de grandes zonas de pobreza en el planeta o los escandalosos abusos de poder de quienes manejan los hilos de un capitalismo asilvestrado, que convierte a las personas en marionetas de un teatro tan inhumano como universal. Cuando el hombre no trata a su prójimo conforme a su dignidad inherente, él mismo se degrada, se animaliza, hasta el punto de convertirse en un ser insociable. Con todo, tampoco en estas condiciones deja de ser digno y por tanto respetado como persona. (Véase Álvaro d’Ors, Derecho y sentido común (3ª ed., Civitas, Madrid, 2001) pg. 118, y en Nueva introducción al estudio del Derecho (Civitas, Madrid, 1999) pg. 23).

Fuente: basado en Rafael Domingo Osl. (¿Qué es el Derecho Global?)

Nota: está relacionado con el derecho global (véase el derecho común de la humanidad, los principios específicos del ordenamiento jurídico global, los principios informadores del ordenamiento jurídico global, el ordenamiento jurídico global, el derecho de los pueblos y la crisis del derecho internacional)